¿Quiénes han sido los gigantes en tu vida?
Sir Isaac Newton dijo, “Si he visto más lejos, es por pararme sobre los hombros de gigantes”. Para mí, no hay ninguna duda en mi vida de que los primeros gigantes en mi vida fueron mis padres.
Padre
Mi padre tomó la decisión de huir su país de origen lleno de familiares y amigos cuando supo que era el próximo en la fila en ser asesinado. Fue atrapado en medio de una Guerra Civil en la que no creía, con pocas opciones por delante. La migración a los Estados Unidos no fue una decisión tomada por lujo; fue llevado por necesidad. Su primer intento en los Estados Unidos terminó en México, donde fue torturado al borde de la muerte por la policía estatal mexicana. El viaje lo dejó marcado; casi cede ante lo que parecía ser su inevitable destino. Afortunadamente, pudo lograrlo legalmente con todos los papeles apropiados, es decir, hasta que sus papeles le fueron robados por aquellos en quienes más confiaba. Tuvo que comenzar desde abajo y seguir avanzando en el negocio de los restaurantes, pasando del lavaplatos hasta convertirse en chef y propietario de su propio restaurante.
La historia de mi padre fue parte de mi educación y una fuente un constante de motivación para mí.
Madre
La decisión de mi madre de abandonar El Salvador se basó en el sentido extremo de responsabilidad que sentía por sus padres y hermanos. Ella creció en la pobreza, y la Guerra Civil solo empeoró las cosas. Durante la Guerra Civil, muchachos de ambos lados tomaron niños de 14 años para luchar en la guerra. Mi madre necesitaba venir a los Estados Unidos para establecer un ambiente estable para sus hermanos menores y para ganar el dinero suficiente para enviar a su familia quienes eligieron quedarse en El Salvador. El segundo viaje de mi madre terminó al otro lado de la frontera con Estados Unidos después de cruzar el Río Bravo cuando la atraparon y la encarcelaron. Eventualmente, ella pudo cruzar con una visa de turista. Ella terminó siendo la roca para su familia, cuidando hermanos, primos y amigos cuando llegaron aquí.
No tengo la menor duda de que la responsabilidad que siento por mis alumnos y la comunidad latina en general se deriva de ver a mi mamá cuidar la comunidad alrededor de ella.
Sus historias se han convertido en parte de mí. He heredado la determinacion que utilizaron para superar los desafíos que enfrentaron y sucedir en sus vidas. Siempre estaré agradecido por las lecciones que me enseñaron.
